lunes, 7 de marzo de 2011

El Lago De Los Cisnes

Una voz se alza en la muchedumbre, solitaria, hueca y sorda... no ocurre nada, la esperanza fébril y efímera acaba de llegar para dejarla sola con una mueca de asombro, esa mueca que se dibuja ante la mera ilusión que desaparece delante de los ojos... la ilusión torna realidad, grave, férrea, implacable... Hasta la inteligencia mejor construida se derribaría ante ella pero la agonía se torna lucha, batalla y guerra, no todo está acabado aún, comienza la pasión en la que el cuerpo y la mente se juegan su existencia a muerte súbita, una vez, y otra, y otra... hasta que el mismo concepto del tiempo se resquebraja para finalmente abandonarnos a merced de la propia locura.

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